viernes, 17 de junio de 2011

Justicia, justicia perseguirás….

Débora Winograd, estudiante de 5º año escribió el siguiente texto reclamando justicia a un mes del aniversario al atentado a la Amia.


Cada año suena en nuestros oídos el recuerdo sin condena a los culpables de semejante horror.

Soy una adolescente que apuesta a la vida, a la verdad y al juicio y al castigo. A los que cometieron semejante sacrilegio les hablo:

¿Cómo pudieron dejar tantos huérfanos y también infinidad de familias sin hijos?

¿Cómo pudieron sembrar tanta tristeza en nuestros corazones?

Estamos sin resignación. Quiero creer en los gobiernos, creer en la imparcialidad pero se me hace difícil. Solo se escucha en el dolor el grito de “JUSTICIA” y el Shofar lo demuestra con su sonido tan agudo que se nos mete hasta en la profundidad del alma.

Mi deseo es señores hacedores de justicia con los ojos tapados: ¿Cuándo podremos enterrar a nuestros muertos?, con la tranquilidad del deber cumplido, ¿cuándo podemos decir que el Poder Ejecutivo cumplió con su deber?

Tanto gobiernos pasaron, no los quiero ni nombrar, todos prometieron encontrar a los culpables, hubo pistas que se diluyeron con el tiempo y perdieron toda posibilidad de hallar el camino correcto.

Hemos perdido la credibilidad en los que en cada acto de recuerdo de este atentado están a nuestro lado. Solo queremos dejar de hipotecar nuestras lágrimas cada año, hay solo palabras y más palabras, necesitamos hechos, necesitamos verdades, necesitamos poder vivir sabiendo quienes fueron los artífices de ese terrible 18 de Julio.

Yo estoy aquí frente a ustedes dando mi testimonio que quisiera que sea la que encienda la luz de la esperanza, sobre aquellos que nos deben todavía el saber quienes fueron los que perpetraron este terrible atentado.

Estas palabras son para cada una de las personas con nombre y apellido que ya no están con nosotros, pero que jamás olvidaremos.