lunes, 19 de septiembre de 2011

RECORDAMOS LA NOCHE DE LOS LÁPICES EN LA ESCUELA SECUNDARIA SCHOLEM ALEIJEM

El viernes 16 de septiembre, recordamos en la Escuela Secundaria a los estudiantes que fueron secuestrados durante la “Noche de los Lápices”, a 35 años de aquellos hechos.

Contamos con la participación de los padres de Mirta Nélida Schwalb, joven estudiante desaparecida durante la dictadura, Teresa y Benjamín, quienes nos dejaron su reflexión sobre la necesidad de insistir en la construcción de la memoria, la verdad y la justicia.
Se conoce como Noche de los lápices al secuestro y desaparición de un grupo de estudiantes secundarios del Colegio Nacional de La Plata, ocurrida el 16 de septiembre de 1976 durante la dictadura conocida como Proceso de Reorganización Nacional en Argentina. En su mayoría, eran militantes o ex-militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), vinculada a la izquierda peronista, que demandaban la devolución del Boleto Escolar Secundario, suprimido por el gobierno militar.
En la madrugada del 16 de septiembre de 1976, “grupos de tareas” del Ejército y de la Policía Bonaerense allanaron los domicilios de diez jóvenes, considerados los dirigentes de la protesta y se los llevaron encapuchados y maniatados. Todos sufrieron torturas durante largos interrogatorios en comisarías y centros clandestinos. Seis de ellos, cuyas edades oscilaban en los 17 años, fueron fusilados al cabo de varias semanas y hoy integran las listas de los miles de “desaparecidos” de la dictadura militar. Se llamaban Claudio de Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Montaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro
Los cuatro que sobrevivieron –Emilce Moler, Patricia Miranda, Pablo Díaz y Gustavo Calotti- fueron liberados al cabo de largas detenciones en distintas cárceles. En el caso de Emilce, hija de un comisario retirado de la Policía Bonaerense, el cautiverio se prolongó hasta 1978, en el penal de Villa Devoto. Luego vivió bajo un régimen de “libertad vigilada”, pero se le prohibió residir en La Plata y debió radicarse en la ciudad de Mar del Plata.

Los crímenes cometidos en aquella época fueron parte de un plan de exterminio minuciosamente premeditado cuya gestación y ejecución no fue solamente obra de los militares.

Disolver la resistencia social mediante la amenaza de convertirse en un “desaparecido” constituyó el eje principal del Terrorismo de Estado. Así, transformaron en un delito la demanda por las necesidades sociales y mediante su “desaparición” creyeron que podían silenciar a toda la sociedad argentina.
Durante el acto de homenaje, el prof. Gustavo Pontoriero revisó la acción de la justicia contra el Terrorismo de Estado, desde 1983 hasta el presente (ver powerpoint). Los estudiantes Deborah Klappersack, Nicolás Hamam, Denise Vainstein, Amós Fichman, Pablo Vinocur, Yazmín Strusberg e Ilana Yablonovsky leyeron poemas dedicados a la memoria de los jóvenes desaparecidos.

A continuación, los poemas leídos por los estudiantes, seguidos por la presentación, el video y las fotos:

HERMANO (de Gustavo Tissocco)

Hermano,
la casa sigue buscando rincones de luz.
Maltrechos tejados rasgan el velo lunar
de lejanas añoranzas.
Si vuelves, búscame en la hamaca del patio
donde quedaron ilesas antiguas inocencias.

Hermano,
el camino sigue difícil y empinado.
Las viejas carretas circulan con los abatidos obreros.
En el cielo hay barriletes
con recuerdos legendarios.
Si vuelves, te espero en esta hamaca donde quedan aún
nuestras risas inconclusas.

Hermano, si vuelves torturado y perdedor
estaré en el portón aguardando los pasos.
Si es que no puedes retornar,
si tus sueños aniquilaron,
si desapareciste tras un manto de ironías,
seguiré esperándote en la vieja hamaca
donde no existen los olvidos.

Despedida (de Marcelo Gelman)


Me despido de este país.
Me despido de mis amigos,
de mis enemigos.

Amigos.

Sólo quiero recordarles
que no dejen de ser
mis amigos.

Sólo quiero recordarles
que no me olviden
a la marcha del tiempo,

a la marcha del tren
en que me vaya,

que borran las huellas de la
amistad lejana.