jueves, 1 de mayo de 2008

Iom Hashoa



El triunfo de pocos sobre muchos, muy muy pocos sobre muchos
Por el Prof. Mario Ber
Docente Escuela Secundaria

Cientos de israelíes y polacos participaron el 15 de abril, en Polonia en un acto en conmemoración del 65 aniversario del Levantamiento del Ghetto de Varsovia. En el acto estuvo presente también el presidente de Israel, Shimon Peres, que dijo: "anhelamos la paz. Arrastraremos tras de nosotros los recuerdos, pero seguimos adelante con la esperanza del hombre iluminado".
Junto al monumento de homenaje en Varsovia, el presidente Peres dijo: "¿Venganza? Por supuesto que queremos venganza. Pero ojo, chicos, dijo: No venganza nazi, sino judía.
Escuchen bien chicos lo que dice el Presidente de Israel:
Nació un Estado judío, ésa es la venganza.
Los países árabes nos atacaron en siete oportunidades y no lograron vencernos, ésa es la venganza.
Cuando después del Holocausto, hay quien enriquece uranio, Intifada y guerras, nosotros anhelamos la paz, y ésa es la venganza".
Los rebeldes del Ghetto, en su mayoría resultaron muertos. Fueron asesinados a sangre fría. Ellos perdieron la batalla, pero desde el punto de vista histórico no hubo nunca un triunfo como ése, el triunfo del ser humano sobre las bestias.
El triunfo de pocos sobre muchos, muy muy pocos sobre muchos.
Pero los pocos tenían consciencia, y los muchos tenían al diablo dentro". Terminó diciendo Shimón Perez, Presidente del Estado de Israel.

Hoy nosotros, aquí.
El nazismo, el autoritarismo político, es como una nube pestilente que te envuelve y acogota. ¿Miraron la semana pasada por la ventana, sintieron en la calle y en el patio esa nube casi asfixiante, de humo de incendios de pastizales cercanos?
¿Ustedes se imaginan lo que representaba para los habitantes judíos de Europa Oriental sentir esa opresión instalada cruelmente por los nazis?
Los que te tenían que cuidar, la policía, el ejército, en suma, el gobierno, que se dedicara a matar a los tuyos.
Y así durante 12 años, seis de ellos en guerra. Eso es lo que duró el nazismo, que pretendía ser un gobierno para mil años futuros. 6.000.000 de judíos asesinados.
Muchos nos preguntamos: ¿Cómo pudieron tolerar los judíos el asesinato de sus hermanos de sus hijos, de sus padres y familiares?
Hay una respuesta habitual, los llevaron como ganado al matadero, y ellos, los judíos se las tuvieron que aguantar.
Se dice: Fue una negación de Dios, Fue una negación del ser humano. Fue la destrucción en miniatura del universo
Pero no fue siempre así.
Cientos de miles se rebelaron. No se suicidaron como los judíos de Metzadá contra los romanos.
No se entregaron pasivamente, como en los guetos del medioevo.
Vendieron caras sus vidas, de cara al enemigo, haciéndoles frente. Aprendieron del ejemplo de Moshé y el pueblo judío de Egipto, hace miles de años, contra el faraón y el sistema. Fueron el antecedente de Miljemet hashijrur, la lucha por la libertad en Israel, posterior a la declaración de la Independencia del Estado de Israel.
Se rebelaron, presentaron combate, se hicieron partizanos y vivieron en el bosque, atacando permanentemente a las patrullas nazis, armándose con lo que les arrebataban a los nazis en combate. Hubo rebeliones con decenas de miles de participantes, con muchos meses de preparación previa, como en los Guetos de Varsovia, Bialystok, Vilna y en otros más de treinta lugares.