Durante la presente semana un grupo de estudiantes de 4º año realizó diferentes talleres sobre la “coexistencia” en los grupos de la escuela secundaria.
En el taller se analizaron cuadros sobre el tema expuestos en el Museo de la Coexistencia en Jerusalén, también llamado Museo del Hilván – (Museon al hatefer)., el hilván que junta a judíos con árabes, a laicos con religiosos, a las distintas comunidades que forman la sociedad multicultural de Israel en general y de Jerusalén en particular.
Se ven imágenes de un judío laico, un árabe, un judío ultraortodoxo, un sacerdote cristiano, un imán musulmán, un rabino, un judío oriental tradicional, un joven moderno. El mensaje es claro: sea cual fuere su apariencia externa, los seres humanos son esencialmente iguales.
No hay blanco sin negro, dice el mensaje. Blanco y negro no son contrarios, se complementan. Cada ser humano es un arco iris de matices. Cada uno, sea cual fuere su color, tiene derecho a vivir en libertad.
El mensaje de los cuadros es claro: no se pueden resolver los problemas del mundo, pero quizás podamos ayudar un poco a comprenderlos.
La exposición se trasladó por Belfast, Sarajevo, Nicosia, Nueva York, Ciudad del Cabo, Berlín, Praga, París, Florencia y Londres. En cada ciudad tiene lugar un concurso local y la obra ganadora se agrega a la colección inicial, que irá creciendo así, a medida que vaya recorriendo el mundo.
El propósito de la muestra es hacer pensar a la gente.
Itzjak Rabín Z´L luchó toda su vida para lograr una coexistencia con los pueblos vecinos. Ese es el mensaje que nos deja y que se refuerza año tras año, al recordarlo.
Agradecemos a Kevin Levin y Eric Jaimovich por su presencia y a Enrique Grimberg de Hagshama por cedernos la muestra.
Vean las fotos