En el mismo, nuestro asesor, el Dr. Gak escribió un texto que queremos compartir con todos ustedes.
Nuevamente queremos agradecer el acompañamiento y asesoría del Dr. Gak, nos enorgullece que sea parte de nuestro proyecto educativo.
Muchas veces me han preguntado –y me he preguntado- qué razones me motivaron a aceptar ser asesor de una escuela privada en el ámbito de la comunidad judía, ya que es público y notorio mi absoluto compromiso con la educación pública.
La respuesta a esta inquietud me llevó a definir lo que aparecía como una contradicción ideológica.
En primer lugar, no es ajeno a la decisión tomada el hecho de que soy judío y de que mis padres, ambos inmigrantes, eran simpatizantes “bundistas” y participaron de las actividades que en su época realizaban los movimientos progresistas.
En segundo lugar, mi decisión no se refiere a cualquier escuela, sino específicamente a
En tercer lugar, mi mirada sobre el sistema educativo de la comunidad me llevó a la conclusión de que el limitado desarrollo del sistema actual estaba dominado, por un lado, por una serie de escuelas con una fuerte formación religiosa ortodoxa –muchas de ellas financiadas desde el extranjero- y por un número limitado de escuelas que atienden a una población de altos recursos. Una parte de las escuelas que atendían a las poblaciones de menores recursos fueron desapareciendo; de modo que la escuela Scholem Aleijem queda como referente casi único de una oferta de calidad para aquellos que, decepcionados de la educación pública, han querido llevar a sus hijos a una escuela con formación laica y progresista.
En cuarto lugar, encontré una escuela con una dirección general y con unos representantes del área secundaria en particular, con ideas y acciones tendientes a administrar una entidad moderna, exigente y actualizada en sus objetivos pedagógicos.
Por todo ello es que agradezco la oportunidad que se me brinda de colaborar en una actividad tan querida y tan motivadora para quien, habiendo trabajado una vez con adolescentes, no quiere dejar de hacerlo nunca.
Dr. Abraham Leonardo Gak
Asesor de
Profesor Honorario de
Director del Plan Fénix